Hemos leído muchas veces que la cerveza es beneficiosa para nuestra salud. Que dentro de la dieta mediterránea y un estilo de vida saludable, es una de las bebidas que cuida de nuestro organismo. Pero poco se habla de los aportes, que en concreto, tiene para la salud de las mujeres.
Recientemente se ha descubierto que nuestra dorada bebida tiene efectos protectores en las distintas etapas de la vida de la mujer. Sobre todo durante el embarazo, pues su ingesta se convierte en algo positivo tanto para la madre como para el bebé. Siempre y cuando sea sin alcohol y en cantidades moderadas, la cerveza es fuente de ácido fólico, necesario para el desarrollo apropiado del futuro sistema nervioso central del niño. Después, durante la lactancia, también aporta propiedades antioxidantes y antivirales que protegerán al pequeño. También beneficia durante la menopausia por el aporte de Vitamina D, fibra y calcio entre otros.
Dentro de los efectos protectores que se conocen están; sus propiedades antinflamatorias, antioxidantes y la reducción de los niveles de azúcar. Este interés nutritivo surge de un grupo de investigadores que lleva años investigando las propiedades del consumo moderado de las bebidas fermentadas, como el vino o la cerveza, en la dieta. Todo esto se recoge en la Monografía Científica del IV Simposio Internacional de la Cerveza, donde han participado los doctores Ramón Estruch y Tirso Pérez entre otros.
Sabiendo esto, ¿qué mejor manera de celebrar todas estas buenas noticias que brindando con una Brabante bien fresquita?
