La gastronomía típica de Castellón ofrece platos con toques tanto de la cocina catalana como de la valenciana por la proximidad con ambas regiones.
El ingrediente más utilizado es, sin lugar a dudas, el arroz. Con él se elaboran las famosas y deliciosas paellas de esa zona mediterránea así como el arroz negro, el arroz con peras rojas o el arroz en pilotes. Una variedad de estos platos, también muy típica en Castellón son los fideos, como sustitutivos del arroz, que dan lugar a platos exquisitos como la fideuá o los fideos rossejats.
También forman parte de la cocina típica de Castellón las cocas preparadas con productos de la huerta como las espinacas, el tomate y la cebolla. O la nogada, plato elaborado con patatas y nueces.
El conejo al ajillo, el Ximo que combina el mar y la tierra de forma sencilla y deliciosa o las Migas del Pastor hacen singular la gastronomía de Castellón.
No podemos dejar de mencionar su repostería, con su famoso Rosegó de almendra, el panolí, las rosquillas de anís, los mostachones o los figues albardaes.
Pero a pesar de su exquisito sabor, lo importante para una buena experiencia gastronómica ambientada en una zona como es Castellón, es el dónde y el con quién.
Desde Brabante no podemos ayudaros con el con quién, pero sí con el dónde. Y os proponemos una serie de locales donde poder degustar del buen ambiente y la buena cocina típica de la zona.
En Castellón podemos encontrar la Taberna El Roble, con una oferta gastronómica muy amplia y La Taberna de Guille, donde la especialidad de la casa se centra el los mariscos y pescados.
Para aquellos que preferís playa,en la zona de Benicasim encontramos el Restaurante Mar y Mar muy bien situado, con unas vistas exquisitas y una amplia oferta culinaria. La Dispensa Vinobar, donde el vino es la bebida estrella y el foie micuit una delicia.
El Medoc para los que buscáis orignalidad en la mesa.
El restaurante Tele y Salva, también a pie de playa y famoso por sus paellas y la Terraza del Mar, dónde también disfrutar del olor a mar y del sol es posible.
Y nada mejor que acompañar esta variada oferta culinaria que nos ofrece este paisaje con una Brabante bien fresquita.